lunes, 7 de abril de 2008

Las Caras del poder




Queríamos simplemente mencionar un asunto a propósito de las últimas declaraciones del Sr. Correa (Presidente del Gobierno del Ecuador, 2007-), que encabeza un gobierno ambivalente y con tintes totalitarios. Así lo demuestra el hecho de que por un lado habla del proceso de reivindicación desde la mujer e invoca a que se acaben con las prácticas discriminatorias desde el hogar y por otro de que declare que actuará con la mayor dureza contra quienes ejercen el legítimo derecho a la expresión de sus ideas, que luego de casi un año y medio, y ante las continuas omisiones y silencios del tema por parte del régimen, organizan un paro de grandes dimensiones en contra de la explotación minera.





La fuerza de la ley, se comprueba una vez más, no es neutra, sino que sirve a los que detentan el poder. En el inciso 3 del Art. 3 de la actual constitución dice: Son deberes primordiales del Estado: Defender el patrimonio natural y cultural del país y proteger el medio ambiente, y asimismo el inciso 4 dice: Preservar el crecimiento sustentable de la economía y el desarrollo equilibrado y equitativo en beneficio colectivo.



Desde el punto de vista jurídico, si el gobierno no cumple con esto, el pueblo no sólo que tiene el derecho de reclamar, sino que está en la obligación de hacerlo, pero el gobierno responde con agresiones y amenazas amparándose en la ley que viola. El pueblo tiene el derecho a levantarse contra el estado si este no responde a sus intereses, pues el sofisma burgués dice que la legitimidad del estado radica en el soberano y el pueblo es el verdadero soberano, por lo tanto es legítimo que el pueblo se pronuncie, se rebele. (El derecho a la rebelión debiera ser consagrado en toda constitución)

Ahora bien, está claro que dentro de la ficción burguesa, la cuantificación es importante. Si son 200 en la Victoria del Portete, son 200.000 los que según Correa saldrán en su favor. Lo mismo dijo contra Nebot.




Su ambivalencia, atacando tanto a los de derecha como de izquierda, es decir, la izquierda radical, es desconcertante. Más aun, cuando llama al más puro estilo fascista, a que se excluya y segregue a aquellos que no piensan como él. Les quisiera recordar que sin aquel atropello al sagrado orden que tanto le molesta a Correa, el indígena seguiría siendo discriminado, ya se habría firmado el TLC, habría acabado su período de gobierno Mahuat, Bucarám, Gutierrez. Sin ese atropello al orden, no seríamos un país un poco más democrático y un poco más soberano.

En esa línea, la idea de planificación estratégica situacional, democrática, pluralista, diversa, tolerante, es absolutamente incoherente porque no es consecuente, sus postulados teóricos no coinciden con las acciones prácticas.



La idea del cuidado al medio ambiente, la idea del respeto del Patrimonio Natural, el cambio de prioridades económicas que se lucha en la Victoria del Portete no son ni de lejos aspiraciones personales como es la cuestión eléctrica en el Guayas, etc, etc, los mismos postulado lo dicen, se lucha por el cambio de prioridades, por la aplicación real de políticas que salvaguarden el Patrimonio Natural de la humanidad y de los ecuatorianos.

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